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Familia Eltz
Retratos de miembros de la familia Eltz de los últimos seis siglos
Para más información sobre la familia Eltz, véase Historia de la construcción y Nueve siglos de historia europea en el capítulo Historia.
Actitud responsable
La familia siempre ha desempeñado un papel importante en la historia centenaria de la Casa de Eltz. Ya sea en la época de la «ganerbschaft» (véase «Historia de la construcción», 1268) o más tarde como forma de alianza con sus vecinos, la familia en el sentido más amplio de la palabra ha permitido a la Casa de Eltz sobrevivir a la agitación de los siglos.
Esto se debió en gran medida a la Carta de Eltz (Burgfriedensbriefe), que establecía las normas de convivencia y las obligaciones de cada miembro de la familia.
Hasta la abolición del Sacro Imperio Romano Germánico en 1806, los miembros de la Casa de Eltz estaban unidos tanto por su concepción cristiana de la familia como por el deber feudal de lealtad y protección mutuas. Este deber se aplicaba a cualquiera que lo invocara en el castillo y en las tierras señoriales.
Dos miembros de la familia Eltz, Jacobo III (1510 a 1581, arzobispo y príncipe elector de Tréveris) y Felipe Carlos (1665 a 1743, archicanciller del imperio, arzobispo y príncipe elector de Maguncia), se distinguieron por su influencia no sólo en el castillo, sino también en los principados episcopales de Tréveris y Maguncia e incluso en todo el Sacro Imperio Romano Germánico.
Los señores y condes de Eltz siempre se han esforzado por mantener su castillo de manera que tanto sus familias como el público puedan disfrutar de este patrimonio cultural único. El castillo está abierto al público desde la década de 1820, y entretanto muchos visitantes famosos han acudido aquí para conocer este icono del romanticismo.
Desde el siglo XII, el castillo ha pertenecido al hijo mayor de la Casa de Eltz, siendo el actual jefe de la familia: Johann-Jakob Graf zu Eltz. Sus padres, Sophie Gräfin zu Eltz y Dr. Karl Graf zu Eltz, que se hicieron cargo de la gestión del castillo tras la muerte del padre del conde Karl en 2006, lo cedieron a su hijo en 2018, manteniendo así el castillo en la familia durante treinta y cuatro generaciones.
El equipo del castillo — Una historia de éxito desde la Edad Media
Si el castillo de Eltz ha podido sobrevivir a los siglos, es gracias a la buena fortuna, a diversos esfuerzos diplomáticos y a una inteligente política familiar. Las instituciones feudales y la Carta de Eltz aseguraban una relación equilibrada dentro de la familia y con el personal del castillo.
Otros miles de castillos fueron cayendo en desuso a medida que la nobleza perdía interés en ellos a partir del siglo XVIII. La obligación de mantener los edificios, establecida en la Carta de Eltz, junto con el compromiso del personal, garantizó la supervivencia del castillo en tiempos en que estaba amenazado.
Hoy en día, el objetivo ya no es defender un territorio, sino seguir conservando las murallas y acoger a los visitantes. Como los miembros de la Casa de Eltz no viven en el castillo desde hace mucho tiempo, esta tarea es ahora responsabilidad de los mayordomos, que representan los intereses de la familia en el lugar y gestionan las instalaciones a diario.
Cuentan con el apoyo de un equipo de unas 100 personas en temporada alta, entre porteros, guías, camareros de restaurantes, dependientes de tiendas y conductores de la lanzadera entre el castillo y el aparcamiento. La mayoría de estos empleados proceden de los alrededores, y algunos provienen de familias que llevan trabajando en el castillo desde hace dos o tres generaciones.
Todos los miembros del equipo están arraigados en la región, se identifican con «su castillo» y forman parte de la familia en el sentido más amplio de la palabra, contribuyendo así a lo que siempre ha hecho que Eltz sea tan especial: un hermoso lugar que acoge con los brazos abiertos a todo aquel que llega en son de paz.
Visitantes célebres
El primer visitante famoso fue un invitado no deseado: Balduino de Luxemburgo, príncipe elector de Tréveris, hermano del emperador Enrique VII y tío abuelo del emperador Carlos IV, que llegó sin ser invitado... y bombardeó el castillo con cañones y farallones en 1331.
Los siguientes huéspedes llegaron, afortunadamente, en son de paz. Estos son algunos de ellos:
El emperador Guillermo II y su hijo, el príncipe heredero Federico que más tarde se convertiría en «Federico III, el emperador de los 99 días», visitaron con asiduidad el castillo debido a la su amistad con el conde Carlos de Eltz.
El gran duque y la gran duquesa de Luxemburgo así como la princesa de Liechtenstein estuvieron presentes en el castillo con motivo de la inauguración de la Sala del Tesoro.
Víctor Hugo, el gran poeta romántico, también se hospedó en el castillo y escribió con gran entusiasmo sobre su estancia.
El pintor inglés William Turner, responsable del entusiasmo de los románticos por la región del Rin, también se hospedó en numerosas ocasiones en el castillo, pintándolo desde diversas perspectivas.
Los presidentes federales Karl Carstens, Horst Köhler y Christian Wulff y las primeras damas de Estados Unidos Lady Bird Johnson y Rosalynn Carter honraron con su visita el castillo de Eltz.
También cabe mencionar que el rey Carlos XVI Gustavo de Suecia y su esposa la reina Silvia visitaron el castillo en 2019.
Sabía que…?
El origen del nombre «Eltz».
Etimología — El apellido «Eltz» deriva del arroyo Elzbach. Este a su vez deriva posiblemente de «Els» o «Else», que en alemán antiguo significaba «aliso», un árbol que suele encontrarse en las riberas de los ríos. Los romanos llamaron al arroyo «Alisontia», que seguramente hace referencia a una raíz similar de origen celta.
El castillo de los billetes de 500 marcos
Valioso — Entre 1961 y 1995, el castillo de Eltz aparecía en los billetes de 500 marcos.
Los mayordomos
Responsabilidad — Al igual que en el resto de castillos, la intendencia de Eltz fue confiada a mayordomos. Hasta 1786 había un mayordomo para cada una de las tres ramas de la familia de Eltz. En 1815 pasaron a ser dos, y a partir de entonces pasó a haber un solo mayordomo cuando todo el castillo pasó a pertenecer a la rama Eltz-Kempenich.
Angelika Nelius y Stefan Ritzenhofen ejercen hoy en día la función de mayordomos. Se ocupan de preservar el castillo así como de gestionar los servicios turísticos que se ofrecen en él.
Sello
Correos — Eltz aparece en un sello de cuarenta pfennig de una serie dedicada a los castillos que se imprimió entre 1977 y 1982. Este sello se utilizó para franquear una tarjeta postal.
Las máscaras de bufón
Sabiduría — Una serie de máscaras de bufón adornan las paredes de la Sala de los Caballeros, un espacio que antaño se utilizaba para las reuniones familiares. Como antes el bufón podía decir cualquier cosa sin temor a las consecuencias, estas máscaras simbolizan la libertad de expresión de la que gozan los reunidos en esta sala. También invitaron a los participantes a no tomarse demasiado en serio a sí mismos, ya que la sabiduría y la locura, la virtud y el vicio estaban muy próximos en el imaginario medieval.
La rosa del silencio
Confidencialidad — La «rosa del silencio» decora la Sala de Caballeros y el baldaquín de la alcoba del señor de la casa Rübenach. Simbolizaba la promesa en virtud de la cual nada de lo discutido podía salir de estos lugares.
Carta de Eltz
Constitución — En 1268, los hermanos Elías, Guillermo y Teodorico, que compartían el castillo y las fincas asociadas, acordaron una ganerbschaft — una forma medieval de copropiedad. Las tres ramas de la Casa de Eltz («del león de oro», «del león de plata» y «de los cuernos de búfalo») vivían ahora juntas y su vida en común estaba regulada en detalle por una carta (Burgfriedensbriefe) redactada en 1323 y revisada en 1430, 1481 y 1556.
La Carta del castillo preveía multas y sanciones para los miembros de la familia que la infringieran. Por ejemplo, dice: «En caso de homicidio intencionado cometido en el castillo de Eltz o sus dominios, el culpable será expulsado sin demora, y él y sus descendientes perderán todos los derechos sobre dicho castillo, a menos que pague a los herederos de la víctima la suma que le exijan». La Carta de Eltz también regulaba detalladamente las consecuencias de otros delitos, faltas y comportamientos indebidos.
Dado que los señores de todo el Sacro Imperio Romano Germánico estaban obligados a alojar durante un máximo de un año a los nobles y su séquito que acudieran a ellos sin intención hostil, la Carta de Eltz estipulaba claramente la «tarifa» aplicable: «Un príncipe que llega al castillo debe, antes de ser aceptado, pagar al mayordomo general una suma de cuarenta florines de Maguncia para cubrir los gastos de su estancia. Esta suma se completará con dos ballestas que permanecerán en el castillo y con un florín pagado a cada uno de los guardianes. Un conde o barón pagará veinte florines, una buena ballesta y un florín a cada uno de los dos guardianes, un caballero o paje seis florines más uno a cada uno de los guardianes. El dinero así recaudado se destinará al mantenimiento general del castillo.»
La carta de Eltz constaba de unos cuarenta artículos que trataban de asuntos económicos y definían las normas de convivencia. Se revisó varias veces y estuvo en vigor hasta 1815, cuando la ganerbschaft se disolvió después de que la rama Eltz-Rübenach «del león de plata» vendiera sus derechos a la rama Eltz-Kempenich «del león de oro». La rama Eltz-Kempenich se convirtió así en la única propietaria del castillo, ya que la rama Eltz-Rodendorf «de los cuernos de búfalo» se había extinguido en el siglo XVIII y sus propiedades habían pasado a los Eltz-Kempenich.
La Pragmática Sanción
Herencia — La Pragmática Sanción es un edicto firmado por el emperador Carlos VI el 19 de abril de 1713 por el que se declaraba la unidad y el carácter indivisible del territorio hereditario de la Casa de Austria. Rompiendo con la ley sálica que regulaba la sucesión monárquica a favor de los varones, esta nueva norma estableció el principio de primogenitura al estipular que en ausencia de herederos varones, la sucesión debía recaer en la hija mayor del Habsburgo fallecido.
María Teresa, hija de Carlos VI, se vio beneficiada por la Pragmática Sanción. De esta manera pasó a ser la heredera de su padre, si bien no pudo ser elegida emperatriz dado que este título continuaba estando reservado a los varones. No obstante, María Teresa se convirtió en emperatriz consorte en 1745 después de que su esposo, Francisco de Lorena, fuera elegido emperador del Sacro Imperio Romano Germánico como Francisco I. Se estableció al lado de su esposo imperial, y su descendencia pasó a llamarse Habsburgo-Lorena.
Felipe Carlos de Eltz, archicanciller del Sacro Imperio y príncipe elector de Maguncia de 1732 a 1743, no escatimó esfuerzos para que la nueva regla de sucesión fuera aceptada por los príncipes soberanos del imperio. En el exterior, la Pragmática Sanción fue reconocida definitivamente en el Tratado de Aquisgrán, firmado en 1748, con el que se ponía fin a la guerra de Sucesión Austríaca, y se mantuvo en vigor hasta el fin de la monarquía en Austria en 1918.